Nace en el año 1452 y muere en el 1519. Se le consideraba un perfeccionista nato, porque tardaba mucho más del plazo acordado para realizar sus obras. Una de sus características principales es la perspectiva, como se puede apreciar en su obra "La Anunciación":
En esta obra podemos apreciar también el famoso color "rojo Leonardo Da Vinci", llamado así porque fue creado por él y nadie mas sabía la fórmula del mismo.
Leonardo Da Vinci es conocido también por su estructura piramidal en las pinturas que hacía, además, relacionaba a las figuras mediante las miradas y las manos, como se puede ver en su obra "Santa Ana, la Virgen y El Niño":
Además
del simbolismo de Cristo jugando con el cordero, Fra Pietro Novellara, un
vicegeneral de la orden carmelita vio un significado simbólico más profundo en
esta pintura. Creía que la serena expresión de santa Ana, que contrasta con la
ansiedad de María hacia el Niño, «quizá representa a la Iglesia, que no desea
evitar la Pasión de Cristo».
Esfumado
El esfumado es una técnica pictórica que se
obtiene por aumentar varias capas de pintura extremadamente delicadas,
proporcionando a la composición unos contornos imprecisos, así como un aspecto
de antigüedad y lejanía. La invención de esta técnica, así como su nombre sfumato,
se deben a Leonardo da Vinci, que la describía como "sin líneas o bordes,
en forma de humo o más allá del plano de enfoque".
Retratos
Retrato de Ginebra Benci
La dama del armiño
La Gioconda
Uno de sus retratos mas importantes y mas
famosos es “La Gioconda” o “La Mona Lisa”. La fama de esta pintura no se basa
únicamente en la técnica empleada o en su belleza, sino también en los
misterios que la rodean. Además, el robo que sufrió en 1911, las reproducciones
realizadas, las múltiples obras de arte que se han inspirado en el cuadro y las
parodias existentes contribuyen a convertir a La Gioconda en el cuadro más
famoso del mundo, visitado por millones de personas anualmente. En este retaro se utiliza la técnica del esfumado, explicada anteriormente, dando a la figura una sensación tridimiensional.
La composición del
retrato utilizada por Da Vinci es una composición llamada piramidal, partiendo
de las manos hacia la cabeza, podemos apreciar una pirámide de base mucho más
ancha que su cima. Leonardo
consiguió un equilibrio muy bueno entre un retrato donde el fondo no distrae
del elemento principal y que además la ubica. También podemos destacar el juego
que Da Vinci emplea con la luz y la sombra para dar una sensación de volumen.
El mas grande enigma de esta obra es la sonrisa de la modelo. Se dice que Leonardo la pintó consiguiendo un efecto por el cual si miras directamente la sonrisa, ésta desaparece y sólo reaparece cuando se observa cualquier otra parte del cuadro. El juego de sombras refuerza la sensación de
desconcierto que produce la sonrisa. No se sabe si de veras sonríe o si muestra
un gesto lleno de amargura. Sigmund Freud interpretó la sonrisa de la Gioconda
como el recuerdo latente que había en Leonardo de la sonrisa de su madre.
La Ultima Cena
La mesa con los trece personajes se enmarca en
una arquitectura clásica representada con exactitud a través de la perspectiva
lineal, concretamente central, de manera que parece ampliar el espacio del
refectorio como si fuera un trampantojo salvo por la diferente altura del punto
de vista y el monumental formato de las figuras. Ello se logra a través de la
representación del pavimento, de la mesa, los tapices laterales, las tres
ventanas del fondo o, en fin, los casetones del techo. Esta construcción en
perspectiva es lo más destacado del cuadro.
La escena parece estar bañada por la luz de las
tres ventanas del fondo, en las que se vislumbra un cielo crepuscular, de igual
manera que por la luz que entraría a través de la ventana verdadera del
refectorio. Los doce Apóstoles están distribuidos en cuatro grupos de tres. Analizando
de izquierda a derecha, en la segunda tríada se encuentra Judas, cuya traición
rompe la tríada, colocándole fuera de ella. La tercera tríada desarrolla la
teoría del amor platónico. En la cuarta tríada se observa a Platón, Ficino y
quizá al propio Leonardo; trata del diálogo filosófico que lleva a la verdad de
Cristo.
En la obra, los discípulos y Jesús aparecen
sentados y detrás de ellos se puede apreciar un paisaje como si fuera un bosque
o incluso como si fuera el paraíso. De izquierda a derecha según
las cabezas, son: Bartolomé, Santiago el Menor y Andrés, Judas Iscariote con pelo y barba negra, Simón Pedro y Juan, el único
imberbe del grupo; Cristo en el centro; Tomás, Santiago el Mayor y Felipe,
también sin barba en el tercer grupo; Mateo, aparentemente sin barba o con
barba rala, Judas Tadeo y Simón el Celote en el último. Todas las
identificaciones provienen de un manuscrito autógrafo de Leonardo hallado en el
siglo XIX.
Detalles escondidos.
Sin aros de santidad
Ninguno de los
apóstoles aparece con aro de santidad, cosa extraña ya que hasta entonces
siempre se representaba con el aro. Leonardo decidió retirárselo a todos,
incluso a Jesús.
El nudo en el mantel de
la mesa
En el lado derecho de la mesa hay un nudo que para
algunos es un símbolo que significaría que hay una mujer presente en la mesa
(sería María Magdalena al lado de Jesús), y sin embargo, para otros
significaría la firma de Leonardo Da Vinci en el cuadro. La palabra “nudo”
significaba en italiano “vincolo”, que es una palabra parecida a “Vinci” que es
el pueblito donde nació Leonardo. Ahí estaría la conexión.
El nudo en el mantel de
la mesa
En el lado derecho de la mesa hay un nudo que para
algunos es un símbolo que significaría que hay una mujer presente en la mesa
(sería María Magdalena al lado de Jesús), y sin embargo, para otros
significaría la firma de Leonardo Da Vinci en el cuadro. La palabra “nudo”
significaba en italiano “vincolo”, que es una palabra parecida a “Vinci” que es
el pueblito donde nació Leonardo. Ahí estaría la conexión.
Platón aparece en la pintura
La pasión que
sentía Leonardo por la ciencia la dejó claro, según algunas teorías,
representando al apóstol Simón como uno de los bustos más reconocibles del
mundo, el de Platón. De esta manera, hubiera podido dejar claro el artista que
anteponía la ciencia a la religión.
La figura de María
Magdalena
Algunas teorías contemplan que en verdad no era el apóstol
Juan sino María Magdalena, contemplan que la la figura
de María Magdalena fue mucho mayor del que la Iglesia le ha querido dar y que
habría sido la compañera sentimental de Jesús. Además, entre la figura de ella
y de él, se crearía una V, que presenta a la mujer, una señal más de que había
una mujer en la mesa. Otras teorías menos conspiratorias dicen que no es raro
que Leonardo haya pintado a Juan con rasgos femeninos ya que en aquel entonces
era normal pintar a Juan, el más joven de todos, usando a modelos femeninos
para dar una apariencia de juventud y pureza.
El cuchillo, el único
arma
El apóstol Pedro es el
único personaje en la obra que porta un arma, en concreto, tiene en su mano un
cuchillo. Sobre este misterio hay teorías que cuentan que Pedro, con su
cuchillo y su otra mano apuntando al apóstol Juan o María Magdalena, significa
la guerra entre las dos Iglesias: la Iglesia clásica (representada en Pedro) y
la nueva iglesia (representada en Juan o María Magdalena), la que llaman
iglesia de la mujer.
Sin cáliz
Este momento en el que Jesús celebra la última
cena, arranca la ceremonia de la Eucaristía y es muy significativo que el cáliz
no aparezca en ningún momento en la obra. Según algunas teorías, no aparece
porque el cáliz es María Magdalena. El cáliz portó la sangre de Cristo, y eso
podría referirse al útero y al hijo que se dice tuvieron Jesús y María
Magdalena, que tras la muerte de Jesús, viajó para esconderse en Francia, junto
con la niña cuyo nombre se cuenta era Sara.
La Virgen de las Rocas
Nunca se
habían dado paisajes tan misteriosos e irreales como el de este cuadro. La
pintura de Leonardo aporta conceptos nuevos, tanto en iconografía como en el
paisaje. Las rocas son productos de su
imaginación, es decir, una ambientación realmente innovadora. Tiene dos grandes características: el dibujo
y el esfumado que se ve en los fondos vagos e irreales, las rocas son de azul
grisáceo y blanco pero con una especie de neblina que lo difumina todo. El contorno de la Virgen no se ve, se mezcla
con el paisaje.
En el dibujo consigue
una composición muy clásica, tanto que a partir de ahora el esquema triangular
va a ponerse de moda en el Renacimiento. Una composición muy ordenada que
refleja un mundo muy ordenado, el triángulo recibe la iluminación
principal. Las figuras están en reposo
pero ciertos gestos, es este suave movimiento el que caracteriza a la elegancia
clásica, un dinamismo armónico que esta entre el estantito y el movimiento
acusado.
Leonardo
eligió pintar un momento apócrifo de la infancia de Cristo, cuando Juan el
Bautista niño (San Juanito), huérfano, refugiado dentro de una gruta y protegido
por un ángel, encuentra a la Sagrada Familia en su huida a Egipto. De acuerdo
con la interpretación tradicional de las pinturas, representan a la Virgen
María en el centro, empujando a Juan hacia Jesús, que está sentado con el
arcángel Uriel. Jesús está bendiciendo a Juan, que extiende su mano en un gesto
de oración.
Invenciones
Además de ser un innovador artista, Leonardo Da Vinci fue el inventor de una serie de objetos y dibujos que utilizamos hoy en día, tales como:
El tanque
Alas para volar
Helicoptero
Vallesta
Primer hombre en dibujar el cuerpo humano por dentro
Corazón humano
Y por último, el famoso hombre de vitruvio.